como tu sonrisa endeble
y de aquí mis amarras al viento
y de ti el aburrimiento inminente.
Como de la nada mi ansiedad indomable
mi querer saber de ti siempre...
Ola amarga estruendosa y cálida,
ola cansada, débil e infante.
Eres el golpe de rayo ultravioleta
dañas y acaricias, quemas y deshaces.
No puedo no amarte
malignidad inconsciente
dulce fruto de mis sueños eres...
solo de ellos
y en ellos pereces.
No te quiero tu confusión, tu torpeza,
no te quiero tu interés vacío
como palabras al viento
y como labio al beso.
Ya no te quiero a ti jamás
huella del fanatismo prohibido,
quedas así, atónito de mi
de atreverme a no quererte,
del final que nunca fue.
No puedo no dejarte
sin dolerme,
sin haber llenado de letras tu existir
hoja vagabunda de mi otoño:
Esto no es Amor... es para tí.
gracias por la visita.. seguimos visitandonos.. esta es una ventana hermosa.. la tuya
ResponderEliminarMuy buen poema, intenso, fuerte y categórico. Un final inapelable. ¡Brillante inspiración. Un abrazo.
ResponderEliminarhoja vagabunda de mi otoño
ResponderEliminarme gustó esa imagen. Hermoso poema
Saludos blogueros, Pamela